Conseguimos que indemnizaran a nuestro cliente cuando el seguro de la comunidad se negaba a asumir su responsabilidad.
Carlos, propietario de un ático en una comunidad de vecinos, descubrió con preocupación cómo el agua se filtraba por el techo de su salón tras una tormenta. Lo que parecía un problema puntual se convirtió en un quebradero de cabeza cuando, tras varias lluvias, las humedades aumentaron, dañando paredes, mobiliario y el parqué.
Al reclamar al administrador de fincas, solo recibió como respuesta que la cubierta se había reparado hacía un mes y que, por lo tanto, el problema no era responsabilidad de la comunidad. Aunque le mostraron documentación que acreditaba los trabajos realizados, nadie propuso una solución efectiva para las filtraciones que continuaban afectando su vivienda. Ante esta situación, Carlos decidió activar su seguro de protección onLygal.
«No conocía mis derechos cuando la comunidad no me dio el apoyo que necesitaba. Tener un seguro legal me ayudó a afrontar este mal momento con argumentos sólidos».
Al activar su seguro con onLygal, Carlos contó de inmediato con un equipo de abogados especializados que asumió la gestión integral del caso. Un perito acudió a la vivienda y valoró los daños en 12.500 €, confirmando que el origen estaba en deficiencias no resueltas en la cubierta comunitaria.
Con este informe técnico concluyente, los abogados de onLygal contactaron al administrador de fincas para obtener los datos de la aseguradora de Responsabilidad Civil de la comunidad. Sin embargo, la respuesta de la aseguradora fue negativa: alegó que, precisamente porque la comunidad no había solucionado correctamente el origen de los problemas de la cubierta, ellos no podían indemnizar a Carlos.
«El equipo de abogados me asesoró y explicó cuál sería el proceso de mi caso. Te sientes con confianza cuando tienes a alguien que te respalda en este tipo de situaciones».
Frente a la postura contradictoria de la aseguradora, se presentó una demanda contra la comunidad de propietarios así como su compañía aseguradora. Ante esta situación, la aseguradora de la comunidad optó por hacer una oferta de indemnización completa por los 12.500 €, evitando así un proceso judicial que habría puesto en evidencia su mala fe. Además, Carlos no tuvo que hacerse cargo de los costes legales ni de peritaje ya que estaban cubiertos por su seguro de protección jurídica.
«Al final todo se resolvió, aunque llevó su tiempo. Lo importante es que pude arreglar los daños y recuperar lo perdido gracias al respaldo legal que tuve».
*Historia inspirada en un caso real de onLygal
