Tras un despido complicado, onLygal evitó la readmisión y defendió los derechos del dueño
Manuel, dueño de una acogedora peluquería, siempre había creído que un ambiente laboral positivo era la clave para el éxito. Sin embargo, comenzó a enfrentar problemas con uno de sus empleados, quien, a pesar de las advertencias, mantenía actitudes negativas que afectaban la calidad del servicio y la satisfacción de los clientes. La situación se volvió insostenible, y aunque sabía que debía actuar, no quería apresurarse en su decisión.
Decidido a hacer lo correcto, Manuel consultó a su aseguradora, onLygal, para obtener orientación legal. Con su ayuda, comprendió sus derechos y los pasos a seguir. Con esta información, Manuel tomó la difícil decisión de despedir al empleado, confiando en que era lo mejor para su equipo y sus clientes, y con la esperanza de restaurar la alegría en su salón.
«Antes de actuar, quería asegurarme de que todo fuera correcto. Consulté con mi aseguradora y me dieron el respaldo legal que necesitaba».
Tras el despido, el empleado reclamó por despido improcedente y solicitó daños morales. Aunque Manuel estaba convencido de que su decisión había sido justa, la posibilidad de enfrentar una disputa legal lo preocupaba. El equipo legal de onLygal contaba con la documentación preparada, incluyendo las advertencias previas al empleado y las quejas de los clientes. Esto permitió que el caso se defendiera de manera sólida, demostrando que el despido era completamente procedente.
«El equipo legal de onLygal me ayudó a demostrar que el despido fue completamente justo y bien fundamentado, reuniendo toda la documentación necesaria y respaldando mi decisión con pruebas claras».
Finalmente, la demanda fue desestimada y el trabajador no fue readmitido en el centro. Manuel evitó no solo el pago de una indemnización, sino también los gastos legales, que podrían haber ascendido a 1.500€. El proceso, que al principio parecía una preocupación para su negocio, se resolvió de manera rápida y sin complicaciones, lo que le permitió centrarse de nuevo en su negocio.
«En un negocio pequeño, cualquier conflicto puede ser complicado. Gracias a onLygal, pude solucionarlo sin que afectara mi peluquería».
*Historia inspirada en un caso real de onLygal
