Cuando compras un producto, sea del tipo que sea, esperas que él mismo te dé el rendimiento que se supone en un aparato de ese tipo. Es decir, que si has comprado una lavadora, esperas que ésta cumpla a la perfección con su función de lavar la ropa y que te dure además unos cuantos años.
El propio fabricante tiene la obligación legal de garantizar a quienes compran sus productos que se trata de productos de calidad. Por eso debe ofrecer una garantía que implica que si durante un determinado período de tiempo hay fallos en el producto se encargará de hacer la reparación o el cambio del mismo sin ningún coste para el cliente.
¿Qué es exactamente la garantía?
La garantía es la obligación que tiene el fabricante de asegurar durante un determinado tiempo el buen funcionamiento de un producto. Así el consumidor queda protegido y en caso de que ese artículo que ha adquirido no funcione, o dé algún tipo de fallo, tiene derecho a que se lo arreglen de forma gratuita o incluso a que se lo cambien por uno nuevo. Eso sí, para que la garantía sea efectiva es importante que se trate de un fallo de origen y no de un fallo provocado por un mal uso.
¿Cuántos tipos de garantía hay?
La garantía que la ley obliga al fabricante a dar es lo que se conoce como garantía legal, sus plazos son los siguientes:
- 2 años en productos nuevos.
- 1 año en productos de segunda mano vendidos por un profesional.
- 6 meses en productos de segunda mano vendidos por un particular.
Existe además la garantía comercial adicional. Se trata de un seguro totalmente opcional que el vendedor ofrece al comprador y a través del cual se compromete a ampliar la garantía del producto adquirido durante el tiempo acordado. El tiempo de esta garantía empieza a contar justo después de terminar el plazo de garantía legal.
¿Cómo se reclaman los fallos durante la garantía de los electrodomésticos?
Si tu electrodoméstico ha dejado de funcionar o está dando fallos de funcionamiento y no es debido a que hayas hecho una mala utilización del mismo, puedes reclamar la garantía si no ha terminado el plazo de la misma.
Para activar la garantía puedes acudir al vendedor del producto o directamente al fabricante. Lo normal es que te resulte más sencillo ponerte en contacto con el vendedor.
Habla con el departamento de atención al cliente y explícales tu problema. Si se trata de un electrodoméstico pequeño te indicarán cual es el centro de reparaciones autorizado más cercano, para que puedas llevar el electrodoméstico a que lo revisen y lo arreglen.
En caso de fallos durante la garantía de los electrodomésticos de gran tamaño lo normal es que desde el servicio técnico te manden a un especialista a casa para que revise lo que está pasando y te dé diversas vías de solución. Lo habitual es que si el electrodoméstico se ha estropeado te lo cambien por uno nuevo.
Problemas para hacer valer la garantía
Si se trata de un artículo que has adquirido nuevo y el fallo se presenta durante los seis primeros meses, en caso de ser un fallo de origen la empresa debe hacerse cargo de la reparación o cambio sin poder ningún impedimento.
Pasados esos seis meses la empresa puede exigir que demuestres que el fallo que tiene tu electrodoméstico es de fábrica. Esta situación no es la más común, pero puede llegar a ocurrir.
En este caso lo que vas a tener que hacer es contratar un perito por tu cuenta para que examine el electrodoméstico y determine si el error se debe o no a un fallo de fabricación. En caso de ser un fallo de origen, deberás reclamar nuevamente al obligado a darte garantía presentando el informe de tu perito.
Aunque no es necesario, si lo consideras adecuado puedes contar con las oficinas de consumo para ayudarte a hacer la reclamación o contactar directamente con un abogado especialista en temas de consumo para que se encargue de negociar con la tienda o con el fabricante y consiga hacer valer la garantía y que te devuelvan además lo que has invertido en contratar al perito.