El mundo de las sanciones de tráfico siempre ha estado rodeado de mitos que en su mayoría son falsos. Uno de los más extendidos es que si no se paga una multa no pasa nada, pero en realidad esto no es así. No abonar una sanción puede tener importantes consecuencias para el responsable de la infracción. Por eso vamos a resolver la duda sobre ¿qué pasa si no pago una multa?
La vía ejecutiva
Todas las multas tienen un plazo para presentar recurso y también un plazo en el que si el sancionado desiste de recurrir y opta por hacer el pago se puede beneficiar en general de un descuento del 50% en el importe de la sanción. Existe alguna sanción como la multa por no haber identificado al conductor, en la que no existe la posibilidad de acogerse al pago bonificado
Si el interesado ni recurre ni efectúa el pronto pago la sanción se vuelve firme. Ya no cabe recursos frente a ella y el conductor tiene que pagarla en el plazo dado por la Administración. En caso de no pagar en el tiempo que se le ha dado para ello se abre la vía ejecutiva. Esto implica que el conductor sancionado debe pagar la multa más un recargo del 5%.
Intervención de la Agencia Tributaria
En caso de que el conductor no pague dentro del plazo de la vía ejecutiva es directamente la Agencia Tributaria la que pasa a encargarse del asunto. Se realiza la notificación de la providencia de apremio y se da un nuevo plazo para el pago, pero ya con un nuevo recargo del 10%.
Agotado el nuevo plazo dado la sanción vuelve a experimentar un nuevo recargo, el 20%.
El agotamiento de ese nuevo plazo también implica que se dicta una nueva providencia, aunque en esta ocasión será de embargo.
Procedimiento de embargo
Si a través de todo el proceso que se acaba de señalar no se consigue que el infractor pague la multa, el último recurso que queda es embargar directamente sus bienes. Es más, las Administraciones Públicas pueden ejecutar forzosamente los embargos por deudas contraídas sin necesidad de tener que acudir a los tribunales. Esto implica que el embargo decretado por la Administración se hace efectivo de forma inmediata.
Los bienes que se embargan son aquellos cuya liquidación es más sencilla. Lo común es que se embargue dinero que el infractor tenga en sus cuentas corrientes; derechos y valores que sean realizables a corto plazo; sueldos salarios o pensiones; bienes inmuebles; intereses frutos o rentas.
Tener una multa pendiente no sólo implica que los bienes se pueden embargar, también puede convertirse en un importante obstáculo para obtener ayudas públicas y becas.
¿Qué hacer ante una multa?
No pagar la multa y dejar que pase el tiempo no es la mejor solución. Una multa de 50 € puede convertirse en unos meses en una multa de 200 € entre recargos e intereses de demora.
Una vez que tienes conocimiento de que tienes una multa lo más inteligente es ponerse en manos de un especialista en Derecho Administrativo, que se encargue de analizar la situación y aconsejarte si conviene o no recurrirla.
En caso de que el recurso no tenga mucha vialidad un buen abogado te puede ayudar a conseguir que la Administración acepte un pago aplazado, para que puedas hacer frente al pago de la multa sin verte afectado por recargos.