La política de calidad de una empresa se relaciona directamente con la estrategia de esa empresa y sus objetivos. Vamos a analizar el contenido de la política de calidad, cómo se redacta y qué tener en cuenta.
En general se define la política de calidad como el documento que establece las bases de actuación de las organizaciones en materia de gestión de calidad. Es decir, en cada compañía se establece qué se va a hacer, cómo, por quién y en base a qué objetivos, en relación a la calidad.
La política de calidad forma parte de la memoria de cada empresa y debe estar coordinado y ser coherente con la política de riesgos laborales y con la misión, visión y valores de la empresa.
Aspectos a tener en cuenta en la política de calidad
Para redactar la política de calidad de tu empresa, te tendrás que hacer algunas preguntas como las siguientes:
- ¿Qué hace la empresa?
- ¿Cuáles son los productos o servicios que vende?
- ¿Quién es el cliente ideal de la empresa?
- ¿Dónde se encuentra ese cliente ideal?
- ¿Cuáles son las necesidades que tiene ese cliente?
- ¿Cuál es el valor diferencial de la compañía frente a otras empresas de la competencia?
- ¿Cuáles son los planes de futuro y los objetivos a corto, medio y largo plazo de la empresa?
Una vez que tengas definida la política de calidad de la empresa tendrás que ponerla en conocimiento de tus clientes, proveedores, trabajadores o socios. Para ello se podrán utilizar el correo electrónico, la página web o los tablones de anuncios de la empresa.
La política de calidad sirve para que la organización sepa hacia dónde dirigirse y de esa forma los esfuerzos que se realizan tendrán un objetivo claro lo que facilitará que todo el personal de la empresa se enfoque hacia ese objetivo. Los objetivos de calidad deben reunir unas determinadas características:
- Concretos. No pueden ser algo genérico.
- Medibles. Cualquier objetivo debe tener claramente marcada una fecha de consecución y ser cuantificado para poderse medir.
- Ser acertado para los diferentes productos y servicios y para satisfacer al cliente.
- Ser objeto de seguimiento. De nada sirve establecer un objetivo si no se realiza un seguimiento de los avances hacia su consecución.
- Ser comunicados. El objetivo se debe dar a conocer a todos los interesados.
- Ser susceptible de actualización. El paso del tiempo hace que un objetivo pueda quedar obsoleto, por lo que es importante actualizarlos en función de las nuevas necesidades que surjan en el mercado.
Los estándares de calidad: norma ISO 9001
En cuanto a los estándares de calidad, una de las normas más conocidas y mundialmente aplicadas es la norma ISO 9001. Esta norma establece el marco para optimizar las fases de producción de una empresa dedicada a cualquier actividad. La norma ISO 9001 se basa en un proceso de mejora continua que atraviesa cuatro fases:
- Planificar.
- Hacer.
- Verificar.
- Actuar.
En el mes de marzo de 2017 se dejaron de emitir certificados ISO según la anterior norma ISO 9001:2008, por lo que a partir de esa fecha las empresas que deseen un certificado de calidad conforme a dicha norma deberán aplicar la norma ISO 9001:2015. De esta forma a partir de septiembre de 2018 solo se harán auditorías conforme a la norma ISO 9001:2015.
Por lo tanto, las empresas que lo deseen, deberán solicitar una certificación conforme a la nueva norma si quieren renovar su certificación o pedir una nueva.
Para la norma ISO 9001 existen varios elementos fundamentales en la política de calidad de una empresa:
- La política de calidad debe reflejarse en un documento por escrito. Este documento debe ser de fácil acceso para todos los interesados: directivos y empleados de la empresa, proveedores, clientes etc.
- La política de calidad debe ser impulsada por toda la empresa en su conjunto, por cada departamento y por cada empresa.
Elementos de la política de calidad
La norma ISO 9001 establece tres elementos fundamentales de la política de calidad que son los siguientes:
- Alineación con la empresa. La política de calidad de una organización debe estar relacionada y coordinada con la situación de la empresa. El documento que recoge la política de calidad debe ser fiel a la imagen real de la empresa.
- Consideración del mercado. Para establecer una política de calidad que sea útil es fundamental tener en cuenta la situación del mercado en el que actúa la empresa y la situación de las empresas competidoras.
- La satisfacción del cliente. Uno de los pilares básicos de la calidad es la satisfacción del cliente, por eso cualquier política de calidad, debe considerar al cliente y tener en cuenta la calidad del producto o servicio, los plazos de entrega, el servicio postventa o la garantía de los productos.
Los roles respecto a la política de calidad
Además de todo lo anterior, es esencial que se establezcan claramente los roles a desempeñar en la empresa por cada persona respecto a la política de calidad. Cada objetivo de calidad puede ir recogido en una ficha que establezca.
- Qué se va a hacer.
- Qué recursos van a ser necesarios.
- Qué persona va a ser la responsable de ese objetivo.
- De qué manera se van a analizar los resultados.
Para establecer las acciones a realizar por los responsables de la implantación o seguimiento de un plan de calidad en una empresa, es necesario saber qué roles o responsabilidades tiene cada trabajador. Solo de esa forma se podrá mejorar la productividad, realizar el trabajo de forma más eficiente y aumentar la satisfacción de los clientes.
Según la norma ISO 9001 basta con establecer un organigrama con la ficha de cada trabajador, su perfil, el puesto que ocupa y las actividades que desarrolla. En definitiva, la política de calidad es una responsabilidad conjunta de toda la empresa, pero se necesita un líder que coordine todas las acciones.
¡Contacta con nosotros! Resolveremos todas tus dudas.