La perspectiva de los viajes internacionales con hijos tras un divorcio o separación plantea cuestiones jurídicas cruciales en relación con el consentimiento de los padres. Uno de los principales dilemas a los que se enfrentan los padres es si pueden embarcarse en tales viajes sin la autorización explícita del otro progenitor.
Este artículo profundiza en las complejidades de esta cuestión, explorando los requisitos legales, los procedimientos y las consideraciones que implica viajar a países extranjeros con hijos cuando el consentimiento de ambos progenitores puede no estar fácilmente disponible.
¿En caso de divorcio para viajar a otro país se necesita permiso de los dos progenitores?
En caso de separación o disolución del matrimonio, llevar a un hijo menor de edad de viaje al extranjero implica una serie de formalidades y precauciones para evitar posibles problemas. En primer lugar, es fundamental entender que uno de los progenitores no puede viajar al extranjero con el hijo sin el consentimiento explícito del otro. De ahí que el consentimiento de ambos progenitores resulte esencial.
En tales situaciones, el primer paso es examinar detenidamente los documentos legales relacionados con la separación o el divorcio para averiguar si existe alguna disposición que permita organizar viajes al extranjero con hijos menores. Si se concede el permiso, el siguiente paso consiste en solicitar una autorización específica para viajes internacionales con menores. Esta autorización de ambos progenitores es obligatoria para sacar a los hijos del país.
¿Cuáles son los permisos que tienen que tener los menores para salir al extranjero?
Según el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación cuándo los menores viajan acompañados, las autoridades fronterizas pueden solicitar documentación que demuestre la autoridad legal de los acompañantes o de quienes hayan dado autorización para que el menor viaje con otro adulto. Además, si el menor viaja acompañado por uno solo de sus progenitores, los agentes fronterizos pueden solicitar el consentimiento explícito del progenitor ausente o realizar una investigación más exhaustiva si existen sospechas sobre la situación de la custodia.
En general, es aconsejable que, si el menor viaja solo, con un solo progenitor o con terceros, deben llevar autorización expresa, si procede, de ambos progenitores, del progenitor ausente o del tutor legal, disponer de los documentos de viaje habituales (pasaporte o DNI, en su caso) y llevar la documentación que acredite la relación parental según las circunstancias del país de destino.
Para validar la salida del país de menores, las personas que ejerzan la patria potestad pueden acudir a una comisaría de policía local, a una oficina de la Policía Nacional o a un puesto del Consulado General para autorizar oficialmente el viaje por escrito.
¿Qué pasaría si el otro progenitor se niega a que tu hijo menor viaje fuera del país?
Si uno de los progenitores se niega a autorizar la salida del menor, se necesitará la intervención judicial. El otro progenitor deberá comenzar, ante el Juzgado competente que tramite el divorcio o la separación, un proceso de jurisdicción voluntaria para solicitar la aprobación judicial del viaje.
Durante este proceso, deberá aportar las justificaciones del viaje, las fechas del mismo, los posibles billetes de vuelta y la oposición de la otra parte.
El Tribunal citará a ambos progenitores a una vista y valorará los argumentos presentados por cada uno antes de tomar una decisión definitiva. Estos procedimientos suelen dar prioridad a la urgencia y concluir en un plazo breve.
No obstante, teniendo en cuenta la elevada carga de trabajo de los Tribunales, es aconsejable consultar con antelación a su abogado especializado en derecho de familia para anticiparse a estas situaciones y garantizar una actuación a tiempo.
¿Se necesita la autorización de los padres, si un menor viaja por España?
En España, sorprendentemente, la autorización de la otra persona no es obligatoria para que un menor viaje por España. A partir de los 14 años, la obligación del menor gira principalmente en torno a la posesión de su Documento Nacional de Identidad (DNI). Esta faceta única de la legislación española otorga a los menores un cierto nivel de autonomía en los viajes nacionales, eliminando la necesidad del consentimiento explícito de los padres.
Sin embargo, aunque esta normativa facilita los desplazamientos locales, es fundamental que tanto los padres como los menores se mantengan informados sobre cualquier requisito adicional o circunstancia específica que pueda surgir durante el viaje dentro de España, garantizando el cumplimiento de las obligaciones legales y facilitando una experiencia de viaje sin contratiempos.
Navegar por el terreno de los viajes internacionales con niños sin el consentimiento del otro progenitor es una cuestión compleja y llena de complejidades jurídicas, pero ya hemos visto que no es posible. Entender la necesidad de obtener permiso, los posibles procedimientos legales y las consideraciones que rodean a estos viajes es primordial. A medida que la responsabilidad parental se extiende a las excursiones internacionales, resulta indispensable buscar asesoramiento jurídico y adherirse a los protocolos pertinentes para garantizar el cumplimiento de la ley y, al mismo tiempo, salvaguardar el interés superior de los menores implicados.