En al ámbito del Derecho, hay dos términos que surgen con frecuencia cuando las personas quieren abordar asuntos legales o iniciar procedimientos como denuncias o demandas. Aunque pueden sonar similares, representan procesos jurídicos distintos con implicaciones únicas. Comprender las diferencias entre estos dos conceptos es crucial, ya seas un profesional del Derecho, una parte implicada en un juicio o alguien interesado en los entresijos de los procedimientos jurídicos. En este artículo, comentaremos las diferencias y otros aspectos de interés, entre denuncia y demanda.
Definiciones de demanda y denuncia
Cada término representa una vía diferente dentro del sistema jurídico, con fines únicos e implicaciones específicas. A continuación, os vamos a definir cada una de ellas.
Demanda
Una demanda es una petición formal por escrito presentada ante el Tribunal competente, ya sea en el ámbito civil, laboral, mercantil, o cualquier otro. En ella se formulan pretensiones o peticiones concretas basadas en una serie de circunstancias que deben apoyarse en principios legales o jurídicos. A modo de ejemplo, una demanda civil suele presentarse en casos relativos a disputas entre particulares, como conflictos entre vecinos, disputas sobre arrendamientos, asuntos sucesorios, etc.
Denuncia
Una denuncia implica el simple acto de informar o declarar a una figura de autoridad, como la policía, un juez o un fiscal, la existencia de determinadas acciones que pueden constituir una conducta delictiva. Esta denuncia puede hacerse por escrito o verbalmente ante un agente de la ley o un funcionario, por ejemplo, de una comisaría de policía. Ellos documentarán entonces un relato detallado de los hechos denunciados. Es importante destacar que, en estos casos, no se requiere la representación legal de un abogado o procurador para iniciar este proceso. Una denuncia es un procedimiento penal, normalmente está vinculado a un hecho criminal. Se exponen los hechos: dónde y cuándo ha ocurrido, cómo se han producido los hechos.
¿Qué diferencias hay en el procedimiento de una demanda, denuncia o querella?
Cuando hacemos una denuncia realizamos una comunicación o declaración ante una autoridad pública donde informamos de unos hechos que pueden ser delictivos. La persona que denuncia no es parte del proceso penal, tan solo colaboró como buen ciudadano con la Administración de Justicia. Para presentar el escrito, no hace falta ni procurador ni abogado. Tan sólo tiene que identificarse, pero no aportar ninguna prueba. La querella es un comunicado que también notifica un hecho delictivo, la persona que presenta dicho comunicado a diferencia de la persona que hace la denuncia, tiene la intención de ser parte acusadora en un proceso penal; de este modo si se necesita la intervención del abogado y procurador.
Tanto para la demanda como para la querella se inician procedimientos judiciales por la vía de lo penal, sin embargo, la diferencia estriba en que en la querella se expresa la voluntad de ser parte en el proceso penal.
¿Cómo se debe presentar una demanda y una denuncia?
La presentación de una demanda requiere un documento escrito, y tanto si requiere presentación legal como si no, estará firmada por el demandante o por el abogado y el procurador, si su intervención fuera preceptiva.
En cambio, las denuncias además de presentarse por escrito también pueden transmitirse verbalmente en el juzgado de instrucciones de guardia o ante las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, quienes tomarán nota de la declaración y nos la harán firmar. Estas entidades remitirán al juzgado toda la información. Se trata de un relato detallado de los hechos y de las circunstancias asociadas.
¿Qué implica presentar una demanda?
La interposición de una demanda supone el inicio de un procedimiento judicial dentro de una de las siguientes categorías jurisdiccionales: civil, administrativa o social.
Para mayor claridad vamos a poner dos ejemplos dentro de las categorías que comentamos:
Si deseas iniciar un procedimiento judicial para divorciarse, iniciar una reclamación monetaria contra alguien, dividir una herencia o modificar el pago de una pensión alimenticia, se presentará una demanda en la jurisdicción civil.
Por el contrario, si eres un empleado que busca reparación por salarios impagados o hacer frente a una disputa por despido, deberá presentar una demanda en la jurisdicción social.
Demandas iniciadas
Existen diferentes tipos de demandas como por ejemplo las demandas iniciales, estas demandas marcan el comienzo de acciones legales, como divorcios o reclamaciones. Esta acción inicia un procedimiento judicial para llevar a buen fin sus pretensiones.
Demandas reconvencional
Sin embargo, en algunos casos, un procedimiento legal puede estar ya en marcha, y una persona en la posición del demandado puede desear presentar su propia demanda contra el demandante o iniciador. Esto se conoce como demanda reconvencional.
¿Qué implica presentar una denuncia?
Si deseas iniciar un procedimiento judicial en el ámbito penal, puedes presentar una denuncia ante el Juzgado, la Policía o el Ministerio Fiscal. Esta denuncia pondrá en marcha una investigación sobre determinadas acciones potencialmente delictivas, esto quiere decir que son hechos que pueden ser calificados por el Código Penal. Recuerda que esta se puede presentar de forma escrita o se puede hacer verbalmente.
Por ejemplo, normalmente están relacionadas con acciones tales como hurtos, fraudes, estafas, etc.
En conclusión, denuncia y demanda son conceptos jurídicos fundamentales, que sirven a fines completamente diferentes dentro del sistema jurídico. Una denuncia es un informe o queja a menudo asociada a asuntos penales, que sirve como medio para alertar a las autoridades policiales o judiciales de posibles actividades delictivas. Por el contrario, una demanda es una solicitud formal por escrito asociada a litigios civiles, administrativos o laborales, que tiene por objetivo iniciar un procedimiento judicial y buscar soluciones.
La distinción entre estos términos es crucial para cualquier persona que empiece a navegar por las complejidades del panorama jurídico, ya que garantiza que se sigan los procedimientos adecuados y se recurra a las vías correctas para un asunto jurídico determinado.