Actualmente los pequeños de la casa son consumidores natos de las tecnologías, especialmente de los dispositivos conectados a Internet. En muchos casos, no hace falta que dispongan de un dispositivo propio, ya que tienen una gran capacidad de aprender y dominar su uso incluso cuando solo los utilizan de forma esporádica. Lo mismo ocurre con las redes sociales. Dominan el uso de Youtube, Instagram, Twitter o Facebook mejor de lo que podemos imaginarnos.
En España, según el estudio Connected Life, de la consultora Kantar TNS, Youtube es la segunda plataforma más usada por la generación digital, una plataforma en la que se pueden encontrar infinidad de vídeos de cualquier tema y, por este mismo motivo, se ha convertido en la nueva enciclopedia visual. Si un niño localiza un tema atractivo que despierta su interés, podrá ver vídeos sobre ello casi de forma ilimitada y, en algunos casos, esa afición les lleva a intentar aportar su “granito de arena” y empezar a poner en práctica su deseo de compartir. Evidentemente, esta decisión conlleva riesgos y consecuencias no siempre de su gusto. Youtube no deja de ser una red social, y por ende, un arma peligrosa mediante la cual los adolescentes pueden acabar sufriendo ciberbullying.
¿Cómo detectarlo?
Es importante que las familias comprendan la urgencia e importancia que tiene la detección temprana del acoso, solo así se podrán evitar males mayores. Si la conducta del agresor perdura lo suficiente en el tiempo, afectará de tal manera a la víctima que puede empezar a tener verdaderos problemas para relacionarse con otras personas. Para ello, hay algunos indicadores de detección que nos pueden ayudar:
- Mostrarse triste y nervioso.
- Mostrarse desmotivado para asistir al centro escolar.
- Deterioro repentino de las relaciones sociales.
- Mostrar ansiedad e irritabilidad cuando se sienta frente al ordenador.
- Escucharlo llorar mientras lee, observa o escribe en el ordenador.
- Obsesionarse con consultar el ordenador sólo.
- Manifestarse triste y deprimido al consultar redes sociales, mensajería, etc.
- Haber tenido episodios de acoso en el centro escolar.
¿Cómo debo actuar en caso de ciberacoso?
Ante este tipo de situaciones, nos resulta muy complicado como padres saber cómo actuar. No obstante, si detectamos que a nuestro hijo le están acosando, y no es un hecho puntual, se debe actuar de manera inmediata para que no llegue a más. Es clave tener presentes las siguientes recomendaciones:
- No se deben contestar mensajes que lo desacrediten, amenacen, humillen o insulten. Por norma general, el propósito del agresor es intimidar y manipular a la víctima.
- Guardar los mensajes como una prueba de la agresión para denunciarlo si fuera necesario.
- Es importante registrar el incidente y, para ello, debe buscar ayuda externa ya sea en los padres, amigos, profesores, etc.
- Bloquear al remitente como no deseado.
- Debe ser prudente con los contenidos que sube a Internet y tener en cuenta que las personas que siguen su canal no necesariamente le conocen.
- La función de los padres es ofrecerle respeto, confianza y seguridad a la víctima con las decisiones que tomen para intervenir en el caso. Para ello debe siempre existir mucha comunicación con el menor y sobre todo informarle de todas las decisiones que se tomen para solucionarlo. En ningún caso forzar a la víctima a enfrentar situaciones que lo violenten aún más.
Algunas sugerencias a tener en cuenta
Es importante conocer que YouTube establece la edad de 14 años como mínimo para crear un canal, con independencia de que exista consentimiento o no por parte de sus padres o tutores legales. La ley exige que cuando un menor de 14 años quiere crearse una cuenta en cualquiera de las redes sociales que implique facilitar o procesar datos, debe pedir consentimiento a sus progenitores. Sin embargo, es cierto que para un menor no resulta difícil falsear la edad cuando quiere crear una cuenta propia. Si eso pasara y el menor consigue abrirse un canal en Youtube, es fundamental que los padres sepan que se pueden eliminar la cuenta si el objetivo es protegerlo y conseguir que deje de ser víctima de burlas o insultos. Dicho de otra manera, se puede ejercitar el derecho a la potestad que otorga la jurisdicción en el artículo 13 de la Ley Orgánica de Protección de Datos, así como la propia configuración de la privacidad y la seguridad de Youtube.
Además, según el Código Penal de nuestro país, los delitos informáticos cometidos por los acosadores incluyen:
- Delitos contra el derecho a la propia imagen: se entiende como el derecho que tiene una persona sobre el aspecto y representación de su imagen, con el fin de velar así por una determinada imagen externa o de preservarla ante los demás. Hablamos de la imagen pública y será delito que un tercero utilice una imagen nuestra para denigrarnos.
- Delitos contra la intimidad: cuando se revelan secretos o se vulnera la intimidad de las víctimas. Es delito que publiquen sin nuestra autorización comentarios íntimos escritos por nosotros, en correos electrónicos, o que publiquen nuestras tendencias sexuales o comentarios o prácticas del tipo que sean pero que no queremos compartir de forma pública.
- Delitos contra el honor: es la estima y consideración positiva que una persona tiene sobre sí misma. Desde un punto de vista ajeno sería la reputación. Será delito que una persona dañe nuestra estima usurpando nuestra identidad y haciendo uso de ella en redes sociales, sea cual sea. También se incluyen las injurias y las calumnias.
- Delitos contra la integridad moral: cuando la víctima sufre hostigamiento y recibe mensajes en tono amenazante.
- De falsedad: Alteración, destrucción o daños en datos, archivos, programas o documentos electrónicos.
A pesar del aparente anonimato, en algunos casos, de los ciberacosadores una de las ventajas del acoso a través de internet es que cualquier actividad queda registrada. Esto permite que se puedan realizar investigaciones sin que los testigos tengan que testificar o dar sus datos. En el caso de las redes sociales, se puede denunciar a la página, grupo o perfil de forma anónima y, por este motivo, solo se necesita que la víctima conozca de antemano la cuenta desde donde se están cometiendo las acciones ilegales y pueda informar tanto a la policía como a las mismas plataformas sociales.
La denuncia
En el ordenamiento jurídico español, la Ley de Enjuiciamiento Criminal (Artículos 265 y 266) especifica que la denuncia exige la personación del denunciante o su representante legal, tanto en el juzgado o centro policial donde se acreditará su identidad. En España, las víctimas o progenitores podrán realizar la denuncia a través de cuatro cuerpos de seguridad:
– Grupos de Delitos Telemáticos de la Guardia Civil: a través de su web los ciudadanos pueden aportar información de forma anónima sobre los delitos que vean en Internet. Solo es necesario rellenar un formulario de información, donde también se pueden adjuntar archivos.
– La Brigada de Investigación Tecnológica de la Policía Nacional: también proporcionan un formulario de contacto para colaboración ciudadano sobre cualquier delito.
– Los Mossos de Esquadra: proporcionan un correo de contacto que hace la misma función que el formulario en los dos casos anteriores.
– Y la Ertzaintza en Euskadi
Para que esta información sobre delitos en Internet pueda tramitarse de forma correcta, se puede aportar datos de la víctima en caso de conocerla para que sea posible su posterior identificación. En el único caso que se ponen en contacto con los informantes es cuando necesitan más datos y siempre a través del correo electrónico, salvo que el denunciante indique sus datos personales. Recomiendan indicar algún teléfono, garantizando un trato reservado de sus datos personales.
Algunos datos relevantes
Según un informe de la OMS (Organización Mundial de la Salud), España figura entre los países donde más ciberacoso sufren los menores, en especial los adolescentes de 13 años y se han encontrado vínculos preocupantes entre padecer ciberbullying y resultados negativos en la salud mental: depresión, autolesión, instintos suicidas. También tiene como consecuencia el mal rendimiento académico, comportamientos violentos, las dificultades para relacionarse, las prácticas sexuales de riesgo y el consumo prematuro de drogas.
Por estos motivos, es tan importante que tanto los centros educativos, la familia como los amigos de las víctimas acosadas se formen en la prevención y detección para que puedan anticiparse y alertar a tiempo el ciberacoso.